Como Game of Thrones se acabó, Vientos de invierno (libro 6) no tiene para cuándo salir y soy muy nerd, he estado buscando una nueva saga para leer mientras espero. De preferencia, algo que se saliera de la fantasía medieval europea clásica, que me gusta mucho, pero también quiero leer cosas diferentes. La descripción de esta saga, basada en el folclore árabe, era justo lo que estaba buscando. Algo entretenido, violento y con buen worldbuilding, que es lo que suele llamar mi atención en la fantasía. La saga todavía no está terminada, pero el último libro está anunciado para el próximo año y confío más en esta autora que en Martin o Rothfuss.

En mi colegio daban un premio al mejor lector de cada curso y recuerdo que un año me regalaron una mini edición de bolsillo de Las mil y una noches. Evidentemente, con todas las partes jugosas eliminadas (aunque ni tanto, porque incluía la historia marco sobre la infidelidad de la mujer del sultán que lo lleva a odiar a todas las mujeres, pero no era explícita). Desde entonces, esos cuentos siempre me han fascinado. Aladdin de Disney también tiene algo de culpa, supongo. Los cuentos árabes son tan parte de mi infancia como los cuentos europeos, así que supongo que no es muy raro que esta mitología me llame la atención.

La historia empieza en El Cairo durante el dominio francés, así que alrededor de la primera mitad del siglo XIX, pero en realidad no hay mucho tiempo para desarrollar este mundo, porque la acción enseguida nos lleva a otro mundo. La protagonista, Nahri, es una ladrona que también es un poco aprendiz de un farmacéutico y que hace pegas free-lance como exorcista. Claramente un intento por apelar a los lectores millenials.

Es justo después de  un exorcismo que Nahri es atacada por la niña poseída (yikes), pero es salvada por un guerrero misterioso que habla un idioma que sólo Nahri puede entender.  No alcanzan a hablar mucho, pero él logra ver que ella se cura mágicamente cuando la roza una flecha. Ah, y como una niña poseída no era suficiente, después los atacan unos zombis. Bueno, no zombies, guls (¿gules?),  que son básicamente lo mismo pero del folklore árabe. La niña poseída vuelve a atacar y Nahri y el guerrero conjuran una alfombra y se mandan a cambiar. A pesar de que el guerrero, Dara (en realidad se llama Darayavahoush, pero es Dara para los pocos amigos que tiene), no le tiene mucha simpatía por ser shafit (hija de djinn y humano), decide llevara a Daevabad, la capital de los djinn.

Digo djinn porque es el término más común, pero a Dara no le gusta mucho. Él prefiere Daeva para los de su tribu y djinn para los traidores, aunque parece ser que el segundo es un término genérico para su raza. Y por si no están muy familiarizados con el folklore árabe, los djinn son los genios de toda la vida. Sólo que estos no aprecian ser encerrados en lámparas o anillos y lo consideran una esclavitud. Tampoco hacen referencias a la cultura pop del siglo XX. También nos enteramos de que Dara fue un esclavo por más de un milenio y que no recuerda nada de esa época.

Mientras sentimientos florecen entre Dara y Nahri, aparece el PdV de Alizayd al Qahtani, príncipe de Daevabad. A través de él vemos que las relaciones entre shafit y djinn en la ciudad son extremadamente tensas y con un componente de racismo muy potente. Lo curioso es que básicamente todo el mundo odia a todo el mundo, más que un grupo específico a otro. Nos muestra que los niños shafit suelen ser adoptados por familias djinn que no tienen herederos, porque los djinn tienen dificultades para concebir. Creo que ya sé para dónde irá la cosa al final del tercer libro, pero me lo guardaré para cuando salga.

Lo que sigue son más de mil páginas de tramas, conspiraciones y planes para dominar la ciudad y el mundo de los djinn. Por un lado tenemos a los Daevas, la tribu a la que pertenecen Dara y Nahri (aunque su lado humano queda ambiguo, dicen que tiene rasgos de ese grupo, así que ahí se queda),  y por el otro a los Geziri, una tribu que en el pasado se rebeló contra los Daevas (y contra los Nahid, que es la familia a la que aparentemente pertenece Nahri). Así que sí, hay mucho drama y es todo muy complejo.  De hecho, voy a confesar  que cuando salió el primer libro, lo miré un poco a huevo porque creí que era YA (no lo es, la violencia es mucho más explícita que lo que tenemos normalmente en esa categoría), pero ahora que leí los dos primeros libros (el tercero sale el próximo año), me di cuenta de que era un error de aquellos.

El worldbuilding en estos libros es apasionante y muy detallado. Basándose en la mitología árabe, toma a los djinn legendarios, que según el Corán fueron dominados por el profeta Salomón, quien los hizo construir el Primer Templo (que sí, es el templo en Jerusalén que fue destruido por Nabucodonosor). Los djinn en la mitología árabe son seres mortales, aunque sus vidas son mucho más largas que las de los humanos, y tienen poderes mágicos. Además de ellos, están los Peri (seres del aire) y los Marid (seres del agua), que cobran importancia a medida en que avanza la historia. Todo esto está explicado a lo largo del primer libro y parte del segundo, que nos explican por qué los Nahid eran amados y odiados a la vez.

En cuanto a los personajes, Nahri tenía puntos para ser un poco Mary Sue (aunque nunca uso ese término para personajes fuera del fanfiction): orígenes misteriosos y poderes que nadie más tiene. Por supuesto, todo está muy bien explicado. Además, cuando deciden que por su herencia Nahid debe dedicarse a la sanación, se le hace difícil y le cuesta aprender a manejar sus poderes. Por lo demás, es  un personaje que se siente un poco blando porque no sabe mucho de sí misma y está intentando descubrir su identidad. En el segundo libro se la ve un poco más desarrollada y confiada en sus capacidades, aunque todavía no tiene clara su posición en este nuevo mundo.

El segundo PdV es el príncipe Ali, quien es bastante más devoto que su medio hermano mayor (Muntadhir, que también gana importancia a lo largo de los libros) y su hermana Zaynab (por el momento, completamente irrelevante, más allá de un par de intervenciones). Mientras sus hermanos viven la vida palaciega, Ali es entrenado para ser el Quaid de su hermano (una especie de jefe militar) y está interesado en calmar las tensiones entre su gente y los shafit, cosa que a su señor padre no le parece mucho. Este personaje se pasa casi todos los dos libros sufriendo entre el deber y lo que es correcto y es el personaje más moral de todos.

Nahri y Dara
Fanart de Nahri y Dara, porque todavía no tenemos serie o película. Artista: Slaymate

Dara no tiene PdV en el primer libro, pero sí en el segundo (lo que puede constituir un mini spoiler, pero se ve venir). A lo largo del primer libro da una vibra  de pololo terrible, porque va y viene con respecto a Nahri, cuyos sentimientos son bastante más claros. No puedo decir lo que pasa en el segundo, porque son muchos spoilers, pero les  digo que hay #drama. Especialmente en el segundo libro, que es cinco años después del primero.

El primer libro se hace un poco lento (aunque yo lo devoré) porque hay mucho worlbuilding y bastante exposición de por medio, básicamente para sentar las bases del universo. Lo bueno es que no se hace necesariamente pesado, porque el estilo de Chakraborty es más bien ligero. En el segundo, la trama va muy por las intrigas palaciegas y la política, por lo que seguramente puede interesar a los viudos de Game of Thrones a los que les interesaban las conspiraciones y alianzas entre familias que se odian a muerte. La prosa es un tanto simplona, pero creo que al ser una historia que claramente está centrada en la acción más que en las descripciones, se le puede perdonar que sea básica. Además, la ambientación funciona bien, con líneas cortas y directas.

Definitivamente voy a estar esperando el último libro en esta saga porque me encanta el mundo que S.A. Chakraborty ha construido y tengo ganas de ver lo que pasa con los personajes. Es un tipo de fantasía muy accesible, a pesar de la complejidad de la trama  y la construcción del mundo, y la autora lo ha desarrollado de una forma muy entretenida. Además, como dije antes, es diferente a lo que estaba acostumbrada en la fantasía y demuestra que no todo tiene que ser tan eurocéntrico. La historia de otros lugares es tan violenta e interesante como la historia europea. No sé si la consideraría una gran historia en lo que se refiere a las ideas que muestra, pero también creo que no todo tiene que ser grandes ideas. Ahora, creo que me encantaría verla como serie o película, porque me imagino que se pueden hacer cosas muy interesantes.

Lamentablemente, todavía no está traducida y no he sabido de planes para hacerlo pronto (cofcofcontrátenmeparahacerlocofcof). Curiosamente, el primer libro está en inglés y en húngaro, pero no en otros idiomas. Prometo que la próxima semana comentaré un libro que esté en castellano.

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