Hablé un poco de este libro en mi post sobre la maratón de lectura #FemmeFantale, pero quería hacerle una reseña un poco más profunda porque creo que Ursula se lo merece.  Como dije entonces, leí Un mago de Terramar cuando estaba en la universidad y me encantó porque daba vuelta a muchos temas de la literatura fantástica de una forma muy diferente a la que estaba acostumbrada. Por alguna razón nunca seguí los libros, pero siempre estuvieron dando vueltas en mi TBR. El año pasado, después de que Ursula muriera, vi que iba a salir este libro y lo compré en la preventa porque quería volver a leerla. Además, es una edición ilustrada maravillosa y me pareció que era un libro perfecto para tener en mi biblioteca.

Esta es la primera recopilación que existe de la serie de Terramar (Earthsea en inglés), que empezó con Un mago de Terramar, publicado en 1968. El editor de Ursula LeGuin le pidió que escribiera un libro para jóvenes adultos, un mercado que estaba empezando a expandirse en eso años. Ella había escrito relatos ambientados en este mundo compuesto por islas y así empezó a crear la historia de Ged, un chico que empieza su camino como hechicero. Por supuesto, tratándose de Ursula LeGuin, la creación del universo es maravillosa. Siendo hija de antropólogos, Ursula creció rodeada de distintas culturas de todo el mundo, especialmente de su mitología, y todo eso se ve en Terramar. Una de las cosas que me pareció muy interesante es que en esta edición completa, cada libro va acompañado de un ensayo de Ursula que explica un poco cómo llegó a desarrollar cada parte de la serie, detallando sus ideas y razonamiento. Como fan de TODO lo que Ursula escribió, estos ensayos acerca de su proceso me dejaron fascinada.

La historia de Ged empieza con su desarrollo como mago y con su mayor error, que es realizar un hechizo sin estar preparado para hacerlo. Ursula LeGuin estaba muy interesada en la filosofía china (hizo una traducción al inglés del Tao Te Ching, de Lao Tzu) y la idea del flujo y de la existencia como un equilibrio constante entre dos polos opuestos está presente a lo largo de todos estos libros. Ged resulta ser un mago poderoso, pero no logra alcanzar su potencial por completo hasta que no acepta los dos lados de su vida y decide vivir en equilibrio, lo que implica aceptar la oscuridad como parte de la existencia. A diferencia de lo que muchas veces he leído en fantasía, donde la luz tiene que vencer a la oscuridad, en este libro la luz y la oscuridad son parte de una unidad y se necesitan la una a la otra para existir.

El resto de los libros explora  temas de género, la naturaleza del poder y la búsqueda del equilibrio en este universo. La búsqueda del poder es lo que lleva muchas veces al desequilibrio, como muestra Ged en el primer libro, pero cuando los personajes con poder  intentan conseguir aún más, el desastre afecta a todos, como en La costa más lejana, cuando un mago y sus seguidores intentan acabar con la muerte y la magia empieza a abandonar el archipiélago. Los últimos libros siguen esta evolución del Ursula, que empieza la saga como una fantasía épica muy normal para la época, siguiendo la mayoría de los tropos comunes y estructura muy convencional. El héroe es hombre (no blanco, que es la mayor subversión al género que hace LeGuin en el primer libro) y es un mago, mientras que la heroína del penúltimo libro termina siendo una niña, Tehanu, que es abusada por sus familiares y dejada por muerta a un lado del camino: con cicatrices y una mano deformada, Tehanu no es una heroína al uso de la fantasía épica y su acceso al poder viene a destrozar un orden en que la magia “masculina” aparece como superior a la magia “femenina”. Tehanu es adoptada por Tenar, que no siguió estudiando sino que se casó y tuvo dos hijos. Cuando la volvemos a ver acaba de quedar viuda y se hace cargo de la granja de su familia.

El último libro de Terramar, El otro viento, muestra a los personajes intentando encajar los cambios en un mundo en que todo ha cambiado irrevocablemente. Lo interesante es que ninguno de ellos parece resistirse a estos cambios, sino que los aceptan y tratan de asumirlos, con todas las dificultades que implican, porque saben que llevan a una mejor versión de su mundo. En el universo de Ursula, el cambio es visto como una parte del flujo del universo, desde un punto de vista positivo: estamos cambiando las estructuras sociales y mágicas que sólo favorecían a unos pocos por unas que marcan una sociedad más igualitaria, en la que distintos tipos de personas y de magia pueden participar.

Esta es una de las cosas que siempre me ha atraído de Ursula LeGuin: su capacidad para imaginar mundos posibles que se aparten de las estructuras tradicionales que siempre hemos leído. Por más que adore a Tolkien, su mundo sigue siendo un patriarcado en que ninguna mujer tiene poder (bueno, también hay como tres mujeres con roles en la trama), lo mismo para George R.R. Martin (aunque los libros son ligeramente menos patriarcales que la serie, lo cierto es que estructuralmente es un mundo que está claramente inspirado en la Europa medieval). El mundo al comienzo de los libros de Earthsea es estructuralmente un patriarcado, pero estos libros se enfocan precisamente en la forma en que estas estructuras no funcionan para gran parte de la población. Y si bien al final tenemos un rey a cargo del archipiélago, también se trata de un rey que busca cambiar la forma en que las cosas funcionan. Y si bien no tendremos más libros de Terramar, me gusta la idea de que esto es un proceso que no tiene un final claro. Creo que es lo que Ursula hubiera querido: que pensáramos en un mundo diferente. Y no sólo que lo pensáramos, también que trabajáramos en pos de este mundo más igualitario.

Charles Vess recibiendo su Hugo con el mejor outfit de la historia

 

 

 

Si bien hay muchas ediciones de estos libros (sí, también en castellano. Hay una edición preciosa de este libro publicada por  Minotauro, aunque creo que no tiene el libro 5), yo tengo la edición ilustrada en inglés, que hace un par de semanas se ganó el premio Hugo a mejor libro de Arte (y el Locus también). El ilustrador, Charles Vess, era amigo muy  cercano de Ursula LeGuin, lo que hace a las ilustraciones muy especiales y emotivas. Creo que logra capturar la magia y la estética de Ursula. No me sorprende que también se haya ganado tanto el Hugo como el Locus al mejor artista profesional.

¿Recomendado? Sí, muchísimo. Es uno de los libros más famosos de Ursula LeGuin y claramente un referente en la literatura fantástica. Y si quiere autorregalarse esta edición, vale completamente la pena porque está muy bien hecha y claramente había amor involucrado en el proceso.

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